Guidance for Parishes Regarding COVID-19

Updated February 22, 2023

General Considerations


While the COVID-19 coronavirus is still a matter of concern, the number of cases continues to decline. As an update to the previous Guidelines for Parishes Regarding COVID-19published April 20, 2021, the following recommendations have been provided for the continued safety of the members of your parish community.

  • Parishes should decide about adaptations based on local considerations and the pastoral needs of parishioners. What is right for one parish may not work in another parish.
  • It will be helpful for priests to explain adaptations of the guidelines and why they are appropriate for their community.
  • As parishes seek to continually adapt for the safety of our parishioners, we also urge individuals and families to take personal responsibility to protect themselves and to make appropriate decisions that best meet their needs.


The Celebration of Mass

  • Wearing masks may help some persons feel comfortable about returning to Mass, especially those at higher risk for illness or those who care for family members or others who are ill. However, the use of masks should not be required.
  • If it is feasible, pastors may decide to continue offering one livestream or recorded Mass per weekend, especially if a significant number of homebound Catholics reside within the parish boundaries. It would be helpful to refer to this Mass as a “Mass for the Sick and Homebound,” so that parishioners may understand the intended audience for the livestream or recorded Mass.
  • Unless they are incapable of doing so for some reason, it is presumed that deacons, readers, servers, music ministry personnel, and Extraordinary Ministers of Holy Communion regularly fulfill their duties.
  • With consideration toward the general population of the parish, making hand sanitizer available for use by liturgical ministers and other Mass attendees is recommended.
  • The offertory collection may be conducted in the manner that was common before the beginning of the pandemic. However, if a pastor wishes to utilize an alternative method, such as making a stationary collection box or basket available, he may do so. Alternative means of providing donations, such as online giving, should also be made available to parishioners and visitors, if feasible.
  • It is up to the discretion of the pastor whether the sign of peace is to take place, keeping in mind that it is optional even under ordinary circumstances.
  • Distribution of the Precious Blood to members of the faithful is to be determined by each individual pastor, after taking into consideration the general population of the parish and whether they would be at greater risk for illness. If it is determined that distribution of the Precious Blood should be reinstated, there initially might only need to be a small number of stations at which it is distributed.
  • If the distribution of the Precious Blood is to be reinstituted, it may be opportune to recruit new Extraordinary Ministers of Holy Communion to participate in the ministry should there be a lack of existing EMHC’s due to COVID concerns.


General Guidelines Related to the Church Building


  • Parishes may place hymnals and missalettes in the pews. However, according to parish circumstances, it may still be advisable to offer printed worship aids for single use, which are then disposed of after each Mass. Electronic projection of hymns and responses may also be used, if the parish is equipped to do so.


Sacramental Life


  • Weddings and funerals may follow similar guidelines as Sunday Mass. It is permissible for the bride and groom to receive Communion under both species, provided they receive from a different chalice than the presider.
  • Baptisms should also continue. Pastors are free to determine whether clean water should be used for each baptism.

Una guía para las parroquias respecto al COVID-19

Actualizado el 22 de febrero de 2023



Consideraciones generales 

Si bien el coronavirus COVID-19 sigue siendo motivo de preocupación, el número de casos continúa disminuyendo. Como una actualización del documento Una guía para las parroquias respecto al COVID-19, publicado el 20 de abril de 2021, se han proporcionado las siguientes recomendaciones para la seguridad continua de los miembros de su comunidad parroquial: 

  • Cada parroquia debe decidir sus propias adaptaciones basándose en las consideraciones locales y las necesidades pastorales de los feligreses, ya que lo que es correcto para una parroquia puede que no lo sea para otra.
  • Sería provechoso para los feligreses que los sacerdotes les explicaran las directrices y por qué son las apropiadas. 
  • Aunque las parroquias se empeñan continuamente en hacer adaptaciones que protegen la seguridad de los feligreses, exhortamos encarecidamente a cada persona y familia que tomen medidas para su propia protección y según sus propias necesidades. 


La celebración de la Misa 

  • El uso de mascarillas ayuda a que la gente se sienta cómoda para su regreso a la Misa, especialmente aquellas personas con mayor riesgo de enfermedad o que cuidan a familiares u otras personas enfermas. Sin embargo, no se debe exigir el uso de mascarillas.
  • Si es posible, los párrocos pueden decidir continuar ofreciendo una transmisión en vivo o una Misa grabada cada fin de semana, especialmente si hay un número considerable de católicos confinados al hogar que residen dentro de los límites de la parroquia. Sería provechoso referirse a esta Misa como una "Misa para los enfermos y confinados al hogar", para que los feligreses puedan entender a qué audiencia está dirigida la transmisión en vivo o la Misa grabada. 
  • A menos que sean incapaces de hacerlo por alguna razón, se presume que los diáconos, lectores, servidores, ministros de música y ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión cumplen regularmente con sus deberes. 
  • Tomando en consideración la población general de la parroquia, se recomienda poner gel desinfectante de manos a disposición de los ministros litúrgicos y otros asistentes a la Misa. 
  • Las parroquias pueden continuar la colecta de la misma manera que lo hacían antes del comienzo de la pandemia. Sin embargo, si un párroco desea utilizar un método alternativo, como disponer una canasta estacionaria, puede hacerlo. Los medios alternativos de proporcionar donaciones, como las donaciones en línea, también deben estar disponibles para los feligreses y visitantes, si es posible. 
  • Queda a discreción del párroco reanudar el signo de paz, teniendo en cuenta que este rito es opcional aun en circunstancias ordinarias. 
  • La decisión de distribuir la Preciosísima Sangre a los feligreses debe ser determinada por cada párroco, después de tomar en consideración la población general de la parroquia y si estarían en mayor riesgo de enfermedad. Si se determina que la distribución de la Preciosísima Sangre debe reanudarse, podría ser posible que solo haya inicialmente un número limitado de estaciones en las que se distribuya. 
  • Si se va a reanudar la distribución de la Preciosísima Sangre, puede ser conveniente reclutar nuevos ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión para participar en el ministerio en caso de que haya una falta de ministros extraordinarios existentes debido a las preocupaciones sobre el COVID-19. 


Directrices generales relacionadas con el edificio de la Iglesia 

  • Las parroquias pueden poner los himnarios y los misalitos en las bancas. Sin embargo, puede que sea aconsejable, según las circunstancias de cada parroquia, ofrecer hojitas individuales que se desechen después de cada Misa. La proyección electrónica de himnos y respuestas puede continuar en uso si la parroquia tiene lo necesario para hacerlo. 


Vida sacramental 

  • Los matrimonios y exequias pueden regirse por las mismas directrices que las que aplican a la Misa dominical. Se le permite a la novia y al novio recibir la Comunión bajo las dos especies mientras que no reciban del mismo cáliz que el ministro que oficia. 
  • Los bautismos también deben continuar. Los párrocos son libres de determinar si se debe usar agua nueva para cada bautismo. 
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